No es malo sentirse mal

He visto una peli que es para mayores.

Como esto es para mis chicos de catequesis de confirmación ya soy mayores. Además ya se me han adelantado las «pantallas» y tus supuestos amigos en explicar como novedad lo que en realidad son aburridos pecados. Siempre iguales: algo de atractivo como cebo para que piques como una carpa que sale del barro del fondo del río y te puedan pescar para venderte algo.

Tranquilo, que no voy a recomendarte nada malo. Esto va de decirse verdad, no de seguir perdidos por ahí.

La peli se titula «El milagro del Padre Stu» y va de un hombre que va buscando desastrosamente su lugar en la vida como boxeador amateur y otras ocupaciones hasta que acaba …. (no hago spoiler). Es una biografia de una persona real.

No es una obra maestra pero es muy entretenida y el actor Mark Whalberg hace un buen trabajo.

Esta persona se sintió mal muchas, muchísimas veces, en su vida. También se sintió bien otras muchas. Como tú.

No es malo sentirse mal.

Lo malo es no saber qué hacer con ese dolor. Parece algo gratuito, estúpido y absurdo pasarlo mal.

Cuando lo pasamos mal por un desastre de examen, un menosprecio de alguien cercano, un ninguneo, que nos olviden los amigos y no cuenten con nosotros para quedar. Cuando alguien nos pone a parir

Qué hacer cuando te sientes mal por dentro

¿Quieres una receta?. Método RAIN

R: de Reconocer que te sientes mal

A: de Aceptar lo que te está pasando, como si fueras un Doctor que examina tus síntomas.

I: de Investigar qué está pasando. ¿Para qué me siento mal? En la peli el boxeador se va a confesar porque se siente culpable.

N: Separarse de la emoción y quedarse con la información para aprender

Cuando Adán miró raro a Eva

Buen tiempo.

Adán estrenaba el mundo. Ansiaba terminar la obra de Dios tal como le había dicho. Miraba a las estrellas y ya se preguntaba como haría para ir allí.

En efecto, Dios Padre no le había dado el don de la inmortalidad a Adán, Eva pero sí una larga vida porque tenía salud perfecta y no había enfermedades.

Estaban de estreno. Como cuando pisas por primera vez una tierra que has heredado de una tia abuela, con mansión y todo. Pero sin goteras.

El problema cuando te va todo bien y todo responde a tus deseos es que crees que lo mereces.

Entró el pecado en el mundo por medio del diablo, un poderoso angel caído que también decidió que lo que Dios hacía se podía mejorar.

Desde entonces las cosas super estupendas, los dones de Dios, tienen una mezcla extraña. No puedes atracarte a comer porque necesitas un equilibrio que es la sobriedad, No puedes emborracharte de poder sin ser envidiado y tirado de tu pedestal. Necesitas el equilibrio de la prudencia. No puedes acumular riqueza y bienes sin equilibrarlo con la generosidad, no puedes amar con tu cuerpo sin el esfuerzo de la autodisciplina.

Y qué pasa si me tiro de cabeza a disfrutar

Que no hay agua en la piscina.

Hay una delgada capa de agua, que te hace apetecible tirarte pero al excederte chocas con el fondo.

La naturaleza tiene sus leyes. Tú tienes la capacidad de saltártelas y pagar las consecuencias.

Todas las cosas buenas suponen esfuerzo.

La armonía hay que reconstruirla y no podemos sin Jesús

Cada pasión que sentimos necesita ser restaurada con esfuerzo para que podamos recuperar la armonía que tenían Adán y Eva antes del pecado original.

Existe el pecado. Es esa desobediencia voluntaria a esas normas o reglas que nos indican qué es lo bueno, lo bello y lo verdadero.

Adan miró raro por primera vez a su mujer Eva y supo que el pecado había roto esa armonía natural.