Oración de Quietud

¡Gracias por tus palabras, Mabel! La oración de contemplación es el objetivo de la vida interior, del trato con Dios. Es muy raro alcanzar el primero de los niveles contemplativos (el recogimiento pasivo) sin acumular muchas horas de oración mental. Por lo general, la media es de unas dos al día. Pero los frutos son tan elevados que te recomiendo vivamente el propósito de hacer 1 hora de oración mental antes de desayunar y otra antes de trabajar por la tarde. Tu felicidad será máxima. Adiós depresiones, adiós flojera, adiós los aparentes silencios de Dios.

15 minutos minimo

Cómo puedo empezar la oración mental

con esta oracion vocal:

«Señor Mío y Dios mío, creo firmemente que estás aquí, que me ves, que me oyes.

Te adoro con profunda reverencia

Te pido perdón de mis pecados

y gracia para hacer con fruto este rato de oración

Madre Mía Inmaculada, San José mi padre y Señor, ángel de mi guarda Interced por mí

4 controles para saber que estamos dispuestos para escuchar a Dios

Breve guión para oír a Dios con certeza. 4 condiciones: recogimiento mental, recogimiento de la voluntad, pensar, confiar.

1.- Recogimiento Mental

No se trata de rechazar distracciones sino de calmar pasiones, en es­pecial cuatro: ALEGRÍA, TRISTEZA, ANHELO Y TEMOR.
Durante alrededor de 1 minuto, intentar descubrir si tu alma se encuentra en alguno de esos cuatro es­tados.

¿calmar la pasión de la Alegría?

La oración no va de sentirse bien haciéndola.

No podemos evitar las emociones y por eso si estamos supercontentos tenemos mucho ruido en el corazón, ruido guay, pero ruido. Pide calmarte.

Sobre todo pide a Jesús no dejarte llevar por las emociones con las que llegas a la oración. Que nos emocionemos por algo que nos diga, si El quiere.

Al detectarlo, es muy útil decirle interiormente a Dios:
«Señor, yo solo no puedo: confío en que me vas a cal­mar esta pasión (por ejemplo, tristeza) por tu gran Mi­sericordia, aunque yo no lo merezca

¿qué son los anhelos?

son afanes buenos: quiero aprender ese teorema o como se hacen derivadas o raices cuadradas. Quiero llegar al nivel maximo en ese videojueto. Quiero que me entren los tiros libres, quiero jugar muy bien al volley en la posicion de recibir balones. Quiero, quiero, quiero… son ANHELOS

un anhelo también es una esperanza lícita. El problema es el foco. El anhelo a pedir a Dios en la oración es poner la atención en oirle. Es esperanza

Cómo calmar los miedos (temores)

puedes estar muerto de miedo cuando empiezas la oración: miedo oscuro de baja intensidad o miedo intenso, color rojo

es la pasión mas frecuente. Miedo a equivocarse, miedo a quedar mal, miedo a no saber cómo se hace, miedo al ridículo en un examen, obra de teatro, ….

Pedir entender que somos hijos muy queridos, uno a uno, por Dios. No importa lo que hagamos. El nos amó primero. Nos quiere no por lo que hagamos sino por lo que somos, por cómo somos. Nos vio antes de crear el mundo y nos quiso. Se enamoró de nosotros. Por eso no tengas miedo. Ten miedo a lo que te aleja de Dios.

Pide «Señor, yo solo no puedo: confío en que me vas a cal­mar este miedo». Jesús, en ti confío», que ponga la esperanza en Él y no tanto en mis cualidades, calmará con rapidez los anhelos, porque se me aplicará la fuer­za de su Pasión

2.- Recogimiento de la Voluntad

Desear cumplir la Voluntad de Dios en todo aquello que vayamos a consultarle, comprobando nuestra sinceridad ante las distintas posibles respuestas que pueda dar el Señor.

3.- Pensar

Consiste en componer una idea que responda a la pregunta que, previamente, hemos dirigido al Señor. Requiere de nuestro esfuerzo por buscar datos en nuestra memoria, o en otras fuentes, relacionados con el tema planteado. Comparar esos datos. Descubrir los pros y los contras de cada solución y redactar la respuesta divina con todo género de detalles: fechas, colores, nombres de personas, lugares

«Dios no me dice nada»

Si no te dice nada, no aparece ningun pensamiento ni idea, toca remar. Echas pequeñas oraciones, jaculatorias, actos de amor al fuego de la oración

¿A quien quieres agradar? Si buscas consuelo que sea porque quieres agradar a Dios

El corazón, entendido en el sentido fuerte y serio de la Escritura, simboliza al hombre entero, unidad de espíritu y cuerpo, inteligencia y voluntad. Vuélcate por tanto en la narración evangélica, imagínala con sus detalles y circunstancias, revive su tensión dramática: el asombro de la multitud, las conjuras de los judíos, el afecto de los discípulos, la envidia de los poderosos, la gratitud de los curados y, sobre todo, la pasión incontenible que mueve su Corazón.

1) Actos de fe: Dile abiertamente que crees en Él, en su amor, en su Esposa la Iglesia, en sus sacramentos y doctrina, en los instrumentos que Él emplea para tu bien: tu familia, tus amigos, tus colegas, y también en muchas circunstancias donde reconoces el rastro de su Providencia: avatares cotidianos, tentaciones, penas, alegrías, etc.

2) Actos de amor: Inspírate para ello en la Escritura, en la Liturgia, o incluso en canciones que te vengan a la memoria, o díselo con palabras tuyas, según te dicte el Espíritu Santo, pero no te canses. El amor se alimenta declarándose, crece diciéndose.

3) Peticiones: Manifiéstale todos tus deseos: desear es aumentar la capacidad de recibir. Sé mendigo de Dios: pordiosea hasta los favores más sencillos, pues son un milagro que hay que desear, pedir, esperar, recibir y agradecer. Sea el Señor tu delicia y Él te dará lo que pide tu corazón (Sal 36).

4) Preguntas: ¿Qué significa esto que he vivido hoy, lo que me impresionado, lo que me duele, lo que me atrae? ¿Qué lectura cristiana tiene esta experiencia, aquel recuerdo, aquella ilusión? ¿Qué me estás queriendo decir en este día, o pedir, o dar…?

5) Desahogos: Expláyate con toda confianza; saca fuera recelos, temores, complejos, frustraciones, rencores, toda esa fauna, en fin, que intoxica tu pensamiento y te hunde en el pesimismo. Sólo abandonando estas cosas en sus manos les encontrarás sentido. Confía al Señor todas tus preocupaciones y Él te sostendrá (Sal 54, 23).

6) Ofrecimientos: Une a su Sacrificio redentor todo lo que traes entre manos para que adquiera valor divino: trabajos, proyectos, ilusiones. Sitúa tu vida cotidiana en el campo magnético de la Cruz, o lo que es lo mismo, de la Santa Misa: Cuando yo sea elevado sobre lo alto todo lo atraeré hacia mí (Jn 12, 32).

7) Agradecimientos: Recuerda y celebra los beneficios de Dios, por más que sean inabarcables, ya que siempre recibes más de lo que conoces, más de lo que pides, más de lo que mereces, más de lo que esperas. ¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? Alzaré la copa de la salvación invocando su nombre (Sal 115, 12).

8) Arrepentimientos: Reconócete en la Pasión como uno más y pide perdón por tus complicidades, tus noes a Cristo en forma de pereza, orgullo, vanidad, atolondramiento, cobardía… Misericordia, Dios mío, por tu bondad, por tu inmensa compasión borra mi culpa, lava del todo mi delito, limpia mi pecado (Sal 50, 3-4).

9) Propósitos: Ábrete al futuro con decisión y valor. Tu horizonte es Cristo y tu vida una aventura. ¿Por dónde empezarás? ¿Qué paso debes dar hoy y mañana? Empapa tus propósitos en tu fe: pide lo que concretas y concreta lo que pides. Olvidado de lo que dejo atrás me lanzo a lo que tengo por delante (Filipenses 3, 13)

10) Actos de esperanza: Confía en que estos propósitos, formulados mano a mano con Dios, se cumplirán. Vive de esperanza y no de experiencia. Tú mismo eres milagro y proyecto de Dios, y tienes sobrados motivos para el optimismo

4.- Confiar

en adelante, en que esa idea o moción procede de Dios

mirar en el blog https://franciscojosecrespo.blogspot.com/2020/05/como-aprender-hablar-con-dios-en-5_24.html

Acabar la oración

Para acabar: Te doy gracias Dios mío por los buenos propósitos, afectos e inspiraciones que me has comunicado en esta meditación. Te pido ayuda para ponerlos por obra. Madre mía inmaculada, san José, mi padre y Señor, Ángel de mi guarda, interceded por mí.

ejemplo de oracion mental

«Hola Jesús, soy yo Paul y vengo a verte»

el cuerpo participa: te estremeces, lloras, te emocionas

5 puntos necesarios

1.- estar en gracia de Dios. Para estar en Gracia de Dios hay que confesar los pecados mortales

-Plena advertencia, perfecto consentimiento, materia grave

2.- Oracion frecuente y abundante

3.- aceptar y amar la Cruz. los golpes

¿Cómo recibes los sufrimientos? ¿Das gracias?

4.-